Mucho antes de que los colonizadores españoles reintrodujeran el caballo en el continente americano y el hombre descubriera que podía dominarlos y amansarlos, la vida y el destino de estos magníficos animales quedó signado por la voluntad humana.
En la actualidad la mayoría de los caballos son utilizados para prácticas deportivas gracias a sus magníficas condiciones físicas.
Pero existen otros menos privilegiados que están condenados a servir como animales de tiro, a trabajar en circos, a ser faenados y convertidos en alimento humano y "domados" a la fuerza, protagonistas involuntarios de festivales de destreza, en donde se los somete indignamente. No podemos olvidar tampoco, a pesar de los cuidados extremos que se les brindan y el dinero que se paga por ellos, a los caballos de carrera, prisioneros en jaulas de oro. Ni a los que son obligados a desempeñarse en situaciones de riesgo.
Los animales no nacieron para trabajar para el hombre.
Los caballos de tiro, maltratados y descuidados, que a diario circulan por las ciudades con las cabezas bajas, los cuerpos sucios y la visión reducida, no viven la vida para la que fueron creados.
La mayoría se encuentran mal alimentados, con patologías nutricionales y traumáticas y todos presentan la columna arqueada hacia abajo por el excesivo peso que cargan.
Existen profusas legislaciones según las cuales los únicos vehículos de tracción a sangre que pueden circular por las ciudades son aquéllos de carácter histórico y folklórico.
Pero hay legislaciones vigentes que no se cumplen, servidores de la ley que desvían la mirada y proteccionistas que no protegen.
Pareciera que los que utilizan a los animales de tiro carecieran de la sensibilidad para darse cuenta de que son seres sintientes y no una mera prolongación de los carros que arrastran.
Es deber de quienes gobiernan cada sociedad, dar los instrumentos necesarios para que sus ciudadanos tengan una mejor calidad de vida y ofrecer opciones válidas que no involucren el sacrificio de seres vivientes.
Ante la magnitud del daño físico y emocional de que son víctimas, es que el PROYECTO CABALLOS LIBRES alza la voz por ellos, que no tienen voz, e insta a las Autoridades y a todos los seres humanos a solidarizarse con estos animales nobles y serviciales que están siendo torturados y matados de trabajo, sed y hambre por quienes no están siquiera a la altura de su dignidad.
Hace décadas que en el mundo dejaron de usarse las carretas. Ya no estamos en la época de la Colonia.
Devolvamos a los animales de tiro (caballos, mulas, yaks, bueyes, etc.) al lugar al que pertenecen: la libertad.
Si estás de acuerdo en alzar tu voz para hacer cumplir las leyes, para ayudar a que los animales de tiro no vuelvan a trabajar y para que se los reubique en la Naturaleza, por favor,
FIRMA ESTA PETICIÓN.
http://www.petitiononline.com/1horses1/petition.html
O envía un e-mail con tus datos a:
"Para que nunca digas que pudiste hacer algo y no lo hiciste".
http://www.proyectocaballoslibres.blogspot.com